Un traje de novia, unas metralletas, un asalto a la oficina de correos y un encuentro de ideologías políticas. Parece un buen cóctel para un guion delirante, pero la historia se contiene y no llega a explotar.
Un traje de novia, unas metralletas, un asalto a la oficina de correos y un encuentro de ideologías políticas. Parece un buen cóctel para un guion delirante, pero la historia se contiene y no llega a explotar.
A pesar de estar liderada por las interpretaciones de Carmen Machi y Karra Elejalde, un guion pobre, un ritmo torpe y una realización precipitada desmerecen las buenas intenciones y los positivos mensajes de la película.
Esta reinterpretación de Dorothy se queda en una especie de experimento de instagram en el que se valora más la estética para la foto que la historia que hay detrás. Es una cinta con muchos colores y poco que decir.
La cinta se inspira en la historia real del equipo de fútbol que creó una monja en 1994. Gracias al reparto natural y a una banda sonora acertada, el resultado es un film lleno de humor, ternura, emoción y valores.
Carmen Machi es una desternillante protagonista en esta comedia que invita al espectador a una luna de miel un tanto peculiar. En fascinantes paisajes de las Mauricio, las vivencias de madre e hijo arrancan más de una carcajada.
Secun de la Rosa debuta como director con un largometraje sencillo, ambientado en un Benidorm explosivo que combina música, alegría y naturalidad de la forma más adecuada para atrapar al espectador.
La cinta de Juan Cavestany, como indica su título, parece una ilusión cinematográfica. A pesar del buen trabajo del elenco protagonista, el proyecto resulta malogrado, confuso y sin rumbo.
A través de un guion imperfecto se llega a una entretenida y terrorífica historia muy al estilo de su director, Álex de la Iglesia.
El intento de mezclar muchos temas, sin relación entre ellos, con resultado satisfactorio era casi tan difícil como que nieve en Benidorm. Por eso, a pesar del reparto, en general la cinta resulta confusa y se hace un tanto larga.
La argentina Marina Seresesky dirige a una –siempre– divertida Carmen Machi en una comedia que combina el drama de la despoblación con la acogida de inmigrantes. La cinta tiene algunos momentos graciosos que no bastan para salvar un guión lleno de tópicos y falto de ritmo.