Día de patriotas

El título no esconde nada de lo que alberga. Más bien celebra algo que forma parte del imaginario colectivo americano y de su forma de reaccionar ante escenarios también comunes. Por eso, la presencia de Peter Berg, con títulos suyos recientes como Marea negra o El único superviviente, encaja perfectamente en un film de estas características.

De hecho, Día de patriotas, como las dos anteriores de Berg, convierte un hecho reciente en un homenaje al coraje y la generosidad en medio de situaciones peligrosas y muy conflictivas.

A partir de los testimonios reales (personal médico y de emergencias, cuerpos policiales y fuerzas del orden, así como ciudadanos de a pie), se construye una trama que mezcla suspense, acción y drama humano (sin tapujos de ningún tipo). En cierta manera, se busca que el público se haga una idea de lo que supone en singular y en plural un ataque de estas características, sin perder la ocasión para crear un ritmo que busca la trepidación.

En este sentido, los personajes –algunos basados en personas con nombre y apellidos y otros, como el protagonista (interprestado por Mark Whalberg) creado a partir de varias identidades– responden a rasgos, actitudes y reacciones que quieren dejarse de manifiesto. Por eso, la aparición en los créditos finales de algunos de los supervivientes cierra una película con una clara ovación al espíritu de superación y agradecimiento. Entre ellos están el joven matrimonio formado Patrick Downes y Jessica Kensky (ambos perdieron su pierna izquierda) o Dun Meng, un joven inmigrante chino que fue retenido por los terroristas en su huída hacia Nueva York.

Firma: Lourdes Domingo