Micro Machines World Series

La crítica del principiante

Micro Machines World Series es un arcade de velocidad en el que todo vale con tal de llegar los primeros a la meta. Ni requiere de especial pericia a los mandos ni encontraremos reglajes ni configuraciones avanzadas. Sencillo: acelerar, frenar y lanzar objetos/armas. Con la misma esencia de Mario Kart, se diferencia principalmente de este por la perspectiva cenital (desde arriba). Eso sí, comparte el mismo componente arcade y directo del juego de Nintendo.

Diversión para rato

El juego está pensado tanto para jugarlo en solitario como en compañía. Sin embargo, lo cierto es que gana mucho cuando competimos tanto con amigos, en el modo local, como contra desconocidos, en el online.

Si decidimos jugarlo en solitario tenemos tres opciones: carrera, eliminatoria y todos contra todos. La primera opción nos llevará a recorrer diez circuitos de lo más originales (como una cocina, un taller, una mesa de billar o un jardín). El objetivo será quedar primero para conseguir experiencia y subir de nivel. En las otras dos opciones, nuestro objetivo no es sólo llegar el primero sino sobrevivir durante más tiempo. Aquí entran en juego los power-ups (objetos aleatorios que otorgan habilidades extra) y que a diferencia de otros juegos son armas (de una marca de juguetes muy conocidas entre los niños). Así tendremos que echar de la pista o descalificar a los rivales para salir victoriosos.

Si preferimos jugar online, tenemos tres opciones más, aunque son muy parecidas a las de un solo jugador: batalla, carrera y eliminación. No hace falta que las describamos porque son casi idénticas. En la última destaca la opción “captura la bandera” y “rey de la montaña”.

Con todo, a medida que superemos pruebas conseguiremos puntos de experiencia, subiremos de nivel y nos obsequiarán con cajas de botín, con las que conseguiremos interesantes extras, como “atuendos” para los coches, monedas, etc.

Conclusiones:

Micro Machines World Series es un gran arcade de velocidad. Ni es el nuevo Mario Kart ni pretende serlo. Simplemente es un título que respira nostalgia y diversión a partes iguales. Sin pretender ser el mejor juego de carreras, nos mantendrá enganchado durante tardes, especialmente jugando online. Y es que, a pesar de que se puede jugar tanto en solitario como en compañía, es en el online y el multijugador local donde gana más. Como arcade que es, pasaremos de la primera a la última posición en un suspiro y la clave será aprendernos los circuitos para buscar atajos y demás. Una gran opción a un precio muy ajustado.

En cuanto a su contenido, está indicado para mayores de 7 años. Pese a que tiene acción, no es violento en esencia. Si bien se ha de remarcar el fuerte componente online y la posibilidad de desbloquear mensajes con los que comunicarnos con otros jugadores.

Lo mejor:

Directo y divertido. Es sencillo pero exigente a la vez.
El sabor nostálgico es increíble. Qué ganas de volver a jugarlo.
Gran precio para la cantidad de horas que ofrece.

Lo peor:

Diez circuitos son pocos para el modo carrera.
Algunos extras más no hubieran venido mal.

Firma: J. Carlos Amador