La gran enfermedad del amor

Queridos amigos. Por fin, ¡Hollywood ha vuelto! Y ha vuelto, como sucedía hace algunos decenios, con una película en la que el romanticismo, el amor, la salud (y también el deseo), venciendo todas las dificultades, vuelven por sus fueros para mayor satisfacción de mayores y jovencitos.

Y por si fuera poco, ¡basado en una historia real! Una historia que vivieron, no hace muchos años, Kumail Nanjiani, guionista y protagonista de la película, y Emily V. Gordon, guionista así mismo, pero con “rol” interpretado en la ficción por la joven actriz Zoe Kazan.

No hay duda que la historia en la que Kumail y Emily se ven envueltos es lo que el espectador espera en un film que le apasione. Y ésta es, en definitiva, una historia de sentimientos y tabúes entremezclados con intereses familiares de distintas creencias. Y esta vez, con una problemática ocasional de salud en la que se vio implicada la protagonista en un momento determinado de su vida.

Pero, Michael Showalter, director de esta producción y amigo de Kumail, evita conscientemente lo que podría suponer tan solo una complicada, al tiempo que tierna, historia de amor entre un hombre y una mujer. Esto lo hace dando justo relieve a las intrigas de familiares y amigos que, con sus diversidades existenciales y anímicas, ofrecen justa réplica a la pareja protagonista del film, mientras aportan a la íntima y definitiva unión familiar.

Todo ello en dos horas justas para gozar, hoy, del cine de toda la vida.

Firma: Joaquín Guitart