Deep

Entretenida película para un público muy infantil.

La animación española está de enhorabuena. Siguiendo la estela de Tadeo Jones, el equipo de Soto, Tatay y Rubio presenta este cuento infantil realizado con una calidad de dibujo impecable y un ritmo imparable que hace casi imposible aburrirse.

De hecho, el disfrute colorista y el entretenimiento garantizado consiguen enmascarar una historia no demasiado original. Resultan muy evidentes las referencias a los grandes de la animación, con algunas escenas que parecen casi plagiadas de Buscando a Nemo (la anguila que imita a los tiburones con escrúpulos) o algún plano calcado del Mar de hielo de Friedrich.

La simpatía y optimismo que despiertan los personajes consigue también desdibujar el tono excesivamente doctrinario o didáctico. Las llamadas a la conservación de la naturaleza y la estigmatización de la especie humana como arma de destrucción masiva se dispersan sin filtro y sin una pizca de sutileza. Mientras, las reiteradas desobediencias del protagonista pueden resultar un tanto cargantes para el espectador adulto.

Pero como decía, los espectadores más pequeños disfrutarán sin fisuras del colorido fondo del mar y de las animadas correrías de los distintos peces que las protagonizan. Y los adultos que no tengan más remedio que ir de acompañantes, pueden dejarse llevar del siempre excelente trabajo del compositor Fernando Velázquez.

Firma: Esther Rodríguez