Esta película de espíritu libre cuenta con un guion de tintes surrealistas. La peculiar pareja protagonista lleva el peso de una apuesta arriesgada de la que se desprende la camaradería vivida en el rodaje.
El film de Bille August, sin llegar a sobresalir, cuenta con una fascinante puesta en escena y una correcta interpretación. Todo ello logra que esta adaptación de la novela de Stefan Zweig merezca la pena.
El film de Chie Hayakawa es a la vez escalofriante, por su cercanía a la realidad, y esperanzador. Con calma y realismo, la cineasta muestra las consecuencias de una vida sin respeto a la dignidad humana.
Desde Ucrania llega un encantador cuento de fantasía con una animación impecable y colorida. Sus personajes resaltan el poder del amor y la necesidad de cuidar el entorno en el que vivimos.
Esta animación es otra historia vitalista ambientada en el universo de los aeroplanos. Aunque cuenta con una interesante metáfora, no llega a desarrollarla en profundidad.
Como si se tratase de cuentos de Grimm, Kristoffer Borgli transmite de manera brutal el horror de una vida egoísta y vanidosa. A pesar de su ritmo irregular, logra causar impacto en el espectador.
Meltem Kaptan y Alexander Scheer forman uno de los tándems más encantadores que ha llegado a salas últimamente en un drama real y actual cuyas escenas cotidianas le dan verdadero calado.
Es complicado encontrar coherencia en el enrevesado guion de Decodts y Larivière. No obstante, el elenco protagonista ayuda a dejar un buen sabor de boca al que consigue aguantar el metraje.
La adaptación de la novela de Cioma Schönhaus no logra un gran resultado por su excesivo metraje y su frívolo protagonista. Aun así, cuenta con una buena dirección artística y un inicio interesante.
Living nace al unir las aportaciones de varios genios: una sugerente historia, actuaciones de calidad y una recreación de época magistral. Invita a reflexionar sobre nuestros años en la tierra.