El aislamiento es el abono para que la maldad arraigue y fructifique. Y, cuando el sol se esconde por un largo tiempo, los demonios asoman toman el control.
El aislamiento es el abono para que la maldad arraigue y fructifique. Y, cuando el sol se esconde por un largo tiempo, los demonios asoman toman el control.
Una desconcertante adaptación literaria que parece no acabar de aterrizar y se queda flotando en su enigmática atmósfera de luces fulminantes y música constante. Una obra que promete más de lo que ofrece.
Un cruento relato que presenta un escenario distópico y un despliegue de violencia sin fondo. La pérdida de tensión, el intento por ampliar tramas y la frivolidad conclusiva socava las posibilidades de la premisa.
Un proyecto de comedia que se enrosca en la extraña visión de su director y creador, Kristoffer Borgli. Su disparatado argumento no concreta el propósito del film
Ethan Cohen debuta en solitario con un relato de vicios desaforados, humor negro (sin humor) y de esa violencia que caracteriza a los hermanos.
Una historia de fantasmas sostenida por las cuatro actuaciones protagonistas, pero traicionada por un guion superficial y una búsqueda constante por forzar la emoción en el espectador.
Sobrevaloradísima comedia australiana que, a pesar de su peculiar premisa, se queda en la anécdota de las vidas insípidas de sus personajes.
Ansia de poder, egoísmo y traición en este drama que acaba disuelto por falta de intención y exceso de postureo.
Natalie Portman y Julianne Moore deslumbran con su trabajo en una película perturbadora. De todas maneras, a pesar del buen hacer del equipo, la película resulta muy confusa y sin dirección evidente.
La cinta realizada por Simon Sandquist es correcta si no se le exige demasiado, un slasher entretenido con margen de mejora y sin nada nuevo que aportar al género.