Marea negra

Peter Berg (Very bad things, Battleship, Hancock…) es un hombre multifacético en la industria del cine y la televisión. Es productor, actor, guionista y director. Fue el creador de la serie Friday Night Lights, y ya trabajó con Matthew Michael Carnahan en La sombra del reino.

En Marea negra se adentra en un proyecto que combina el espíritu de El único superviviente, también protagonizada por Mark Wahlberg, con un epílogo muy dependiente de ese “basado en hechos reales”. Lo cierto es que la resolución del film es enfática y melodramática, sin que sus escenas aporten algo narrativo que no sea un subrayado sentimental.

No obstante, esa concesión no empaña que el resto de la película ofrezca una de esas historias de catástrofes de grandes dimensiones con el ojo puesto en las personas.

El guion de Carnahan (World War Z, La sombra del poder, Leones por corderos) y Matthew Sand (Ninja Assassin) desdobla una primera hora de metraje en la que se presentan a los personajes, más y menos protagónicos, con algún detalle: unas veces, de modo más evidente o trillado y otras, con más originalidad, pero siempre con solvencia dentro de un esquema clásico como el que presenta Marea negra.

Al mismo tiempo, eso permite que la segunda parte, donde explota literalmente el conflicto, la acción tenga un sustento emocional que haga más interesante el laberinto de fuego en el que quedan encerrados. Peter Berg dirige ahí con excelente pulso y con seguridad las secuencias de huida y rescate, así como su integración en un arquitectura en destrucción.

Sin trampa ni cartón, pues va de lo que va, Marea negra remata su jugada con un alarde de compañerismo, que queda claro en cada acción de Jimmy, Mike y los demás trabajadores. En ese mismo contexto, también queda clara la denuncia a la petrolera que forzó la máquina para no frenar sus ingresos.

Firma: Lourdes Domingo