A la vuelta de la esquina

Nominada en 2016 a los Premios César como Mejor ópera prima, este film marca el inicio de la carrera del francés Julien Rappeneau como guionista y director de largometrajes después de una vasta experiencia como escenógrafo, profesión en la que logró destacados reconocimientos. Julien es uno de los hijos del director Jean-Paul Rappeneau, quien a sus 82 años sigue todavía en el mundo del cine con renovados ánimos.

Rosalie Blum (título original de la película) es una mezcla de comedia y fantasía, pero también con unas gotas de suspense que invitan al espectador a sumergirse en su desarrollo, expectante de sus recovecos e interesado en su resolución.

Aunque imprecisa a voluntad del director y guionista, la cinta se abre a la esperanza y consecución del amor, sin claros objetivos ni soluciones a corto plazo, por parte de un personaje controvertido, temeroso e impreciso, abandonado por su antigua compañera y obsesionado por la aparición de una nueva mujer que trastorna su metódica y aburrida vida en aras de poder alcanzar nuevos horizontes y mejores perspectivas.

Como leitmotiv, el film nos sumerge en un clima expectante, pues siempre es placentera la idea de la conquista del amor entre las personas. Sin embargo, desafortunadamente, el curso de la misma navega en aguas inconexas que dificultan notablemente el nivel de comprensión en un guión, a su vez, de escasa definición argumental.

Dicen que Jean-Paul Rappeneau ya le dijo hace años a su hijo Julien: “No te dediques al cine, es una vida muy difícil, pero realmente existen otras cosas más atractivas”. No le hizo caso. Confiemos en nuevos intentos.

Firma: Joaquín Guitart