Al filo del mañana

Tras protagonizar Oblivion en su último papel, Tom Cruise parece haberle encontrado cierto gusto a los relatos futuristas de ciencia ficción, y repite ahora en el género con este trabajo del director Doug Liman.

El responsable de elaborados pasatiempos como El caso Bourne dirige esta espectacular revisión a la novela japonesa All you need is kill, escrita por Hiroshi Sakurazka. Para realizar la adaptación del texto a la gran pantalla, Liman ha contado con Jez Butterworth, con quien ya trabajó en Caza a la espía, y con el ganador de un Oscar por Sospechosos habituales Christopher McQuarrie, autor también de guiones interpretados por Cruise como Valkiria o Jack Reacher.

Liman y su equipo saben sacarle partido comercial a una historia que puede considerarse algo así como la curiosa combinación entre el “día de la marmota”, el “día D” y el “independence day”. Al filo del mañana sitúa a su protagonista en un bucle temporal en el que vivirá una y otra vez la ofensiva definitiva de la humanidad (al más puro estilo del desembarco de Normandía) frente a una invasora raza alienígena.

Sin más pretensiones que las de ofrecer un par de horas de entretenimiento, el film propone un juego al que el espectador no debe pedirle más que las explicaciones básicas para entrar en él. Si se aceptan sus normas, la cinta se convierte en un efectivo y ruidoso espectáculo, en el que su premisa no es más que un recurso narrativo que, sin ser original, permite a la trama evolucionar de un modo más propio de un videojuego que de una película, y a sus creadores jugar a su gusto con el humor y la acción.

Al filo del mañana explota perfectamente su amplio despliegue de recursos técnicos y efectos especiales, y Liman demuestra oficio (aunque la sobrecarga de lo digital pueda hacerle perder personalidad) para crear situaciones de acción aceptables, mantener el ritmo y evitar repeticiones en un argumento que se reinicia constantemente. Por su parte, Tom Cruise cumple bien acompañado por una Emily Blunt muy guerrera y por secundarios como Bill Paxton o Brendan Gleeson.

Firma: Juan Xipell