Alguien a quien amar

Impresionante producción firmada por la danesa Fischer que, en este film, consigue la excelencia. Alguien a quien amar es un manifiesto sobre el dolor, el goce, las sombras y la familia. Una película gélida que expone el derrumbe de la familia occidental como hecho consumado y que cierra el metraje con una evolución asombrosa de todos sus personajes. Llena de esperanza por recuperar esa estructura nuclear que lo aguanta todo, pasa del hielo de los paisajes naturales y humanos al cálido destello que surge al asumir el propio compromiso existencial.

Con pocas palabras y con mucha música, la directora pone en manos del protagonista, un tipo inspirado en Leonard Cohen y al que Mikael Persbrandt encarna magistralmente, la responsabilidad de exponer con meridiana claridad el meollo de un asunto que incumbe a todo nuestro Occidente. Y de forma sorprendente, encuentra en la música el lenguaje y el símil más apropiado para transmitir esas ideas.

Buen cine, buen fondo, increíble forma y ejecución perfecta. ¿Quién da más?



Firma: Anna Puigarnau