American assassin

Un joven y recién reclutado agente de la CIA se enfrenta a una serie de atentados que pueden conectar con una traumática experiencia suya. Piruetas, violencia extrema y acción sin tregua ni emoción ahogan lo que podría haber sido una propuesta más elegante y adulta.

Michael Cuesta (Matar al mensajero), tras varios años más dedicado a la ficción televisiva, se encarga de estrenar lo que puede ser una saga en ciernes, al estilo del Jack Ryan de Tom Clancy.

Esta vez son los best-sellers de Vince Flynn, con un joven Mitch Rapp como protagonista, los que amenazan con permanecer en las salas de cine, en función de la recaudación que se consiga. La apuesta por un actor ya consagrado en el imaginario adolescente (Dylan O’Brien y El corredor del laberinto) es una estrategia inteligente como punto de partida.

En realidad, el film, hábilmente localizado en varias ciudades europeas, busca compaginar cierto toque elegante (como marcó la franquicia Bourne) con temas de interés en la geopolítica contemporánea. Sin embargo, esa mezcla se ahoga en un clima de tono algo adolescente y, sobre todo, en un ambiente de violencia continuamente explicitada. De este modo, lo más jugoso del asunto político y del espionaje resulta instrumentalizado en aras de distraer al público con balazos, torturas y piruetas.

Firma: Lourdes Domingo