Amour fou

Inspirada libremente en el suicidio del autor de La marquesa de O, Heinrich von Kleist, Jessica Hausner realiza una analítica exploración y, en sus propias palabras, “un ensayo sobre la ambivalencia del sentimiento amoroso”. La directora austríaca se maneja con un interesante dramatismo en argumentos que no quieren quedarse en la materialidad del contenido sino en “las diferentes facetas de un mismo tema”.

Después de Lourdes (2009), en la que ofreció otra disección sobre la fe y la duda, Hausner rebusca en el espíritu romántico germano y en su melancólico poder una luz desde la que abordar las sutiles confusiones que se dan en la comunicación de sentimientos. Aunque no trabaja desde el naturalismo, el film se posiciona en una verosímil línea de austeridad y simetría formal.

En este sentido, no se ve nada impostada la subtrama que dibuja la irrupción de lo revolucionario en el estatus de la inamovible aristocracia. Del mismo modo, la curiosa somatización de la novela de Heinrich que Henriette experimenta se desarrolla con sigilosa naturalidad. Jessica Hausner integra todo esto y sus personajes en un espacio muy personalizado y con tanta capacidad de impregnación que resulta prodigioso que no haya caído en un manierismo escenográfico de esos que casi devoran protagonistas y guión.

Los planos fijos, las paredes que resaltan figuras humanas y las coreografías lánguidas y erguidas marcan el espíritu ordenado con el que se relata un desorden psicológico, que se retrata con inteligencia como tal.

Firma: Lourdes Domingo