Bar bahar entre dos mundos

La ópera prima de la directora Maysaloun Hamoud se estrena en España antes que en ningún otro país, después de ser la más premiada en el último Festival de San Sebastián.

Mouna Hawa, Shaden Kanboura y Sana Jammalieh son las tres jóvenes actrices protagonistas de este vivo retrato de la discriminación que sufren las mujeres por el islam. Hamoud afronta el tema con crudeza y sin remilgos, factor que en algunos casos va a la contra por la falta de sutileza y causalidad (como en la violación que sufre Nour).

La apuesta de la directora es valiente y arriesgada, ya que plasma una realidad en contra del status quo, sin tapujos ni complejos. Ahora bien, pierde la fuerza de ese mensaje central por el camino. El explosivo personaje de Leila acapara gran parte del metraje reforzando el cliché que parece representar: una mujer con ansias de libertad que no es más que una víctima del libertinaje de una vida sin principios, a la que seguramente se arrojan muchas mujeres buscando la verdadera independencia de una cultura opresiva para ellas.

Aunque Bar Bahar no pretenda ser superficial, termina siéndolo, pues cae en el estereotipo visto en pantalla repetidas veces. La directora explota levemente la verdadera aportación que quería brindar su obra: la solidaridad entre mujeres y el carácter de denuncia, diamantes en bruto que se diluyen entre el humo del tabaco que consumen compulsivamente las protagonistas.

El exceso de música impuesto por una estética de videoclip y el formalismo de algunas escenas no ayudan a levantar una trama y unos personajes vacíos y planos, un tanto predecibles si bien humanos y realistas, con algunos momentos destacables.

Acaba la película y algún espectador tendrá la sensación de que el remedio distrae de la verdadera enfermedad.

Firma: Begoña Arribas