Big eyes

Análisis

En un principio sorprende que el último trabajo de Tim Burton sea la biografía de una artista real, aún viva de hecho, cuya vida transcurre en la soleada California. Un proyecto que, como digo, a priori parece alejado de sus universos habituales y prodigiosos de Alicias, Charlies, Sombras tenebrosas o novias cadáver. Pero, al adentrarnos en la historia que Big eyes nos cuenta, vamos entendiendo la fascinación que el tema debió de ejercer sobre el visionario cineasta. No solo los perturbadores ojos que caracterizan los cuadros de Margaret Keane parecen ideados por el propio cineasta y son un filón para su desorbitada imaginación, también otros elementos de la historia resultan cercanos al mundo burtoniano, como el tema de la reclusión de la artista por parte de su marido, la soledad del creador o la inseguridad; introspección y timidez de la que son exponentes tanto Margaret como el propio Burton.

Por otro lado, aunque desconocida en este continente nuestro, la artista en cuestión fue todo un referente de la cultura popular de los años 60 y 70 en Estados Unidos, muy relacionada con el mundo del cine y del espectáculo en general y, por lo tanto, formaba parte de todo ese ambiente que fascinaba a un jovencísimo Tim Burton.

En ese sentido, es interesante que llamara para el proyecto a los guionistas con los que trabajó en Ed Wood, cinta con la que Big eyes tiene más de un punto en común, a pesar de que visualmente resulten tan dispares. Recurrió también a Bruno Delbonnel como director de fotografía (a quien debemos la espectacular atmósfera del Llewyn Davis de los Coen) para que crease un film excesivamente luminoso y con un colorido rayano a lo kitsch que nos facilitase el ingreso en el universo artístico de la pintora y de su tiempo. El vestuario de Collen Atwood y la música de Danny Elfman, dos de sus habituales, completaban el cuadro de especialistas en los que apoyarse para sacar adelante esta película.

El resultado, como era de esperar, es un título más que correcto, bastante interesante y sin defectos aparentes. Y sin embargo, se queda algo lejos de ser una obra maestra e incluso de igualar a otras genialidades del director. Es indudable que tiene numerosos aciertos: la historia real, la espectacular interpretación de todo el elenco, las interesantísimas reflexiones que van saliendo de modo natural acerca de la esencia del arte, del valor de la cultura popular, del poder de convocatoria de la televisión, de la influencia de los medios en general o de la pérdida de principios a cambio del éxito, etc.

No obstante, el espectador no deja de ser eso mismo, un mero espectador sin llegar a empatizar con los personajes. Tal como pasara en la vida real, el personaje de Walter «se come» al de Margaret (a pesar del buen trabajo de Amy Adams), y al público le es difícil llegar hasta ella y sentir esa lástima que le haría entrar más en el film. Sus dudas, la connivencia en el engaño, que tenga que esperar a conocer a los Testigos de Jehová para descubrir que la mentira y el robo no están bien (como si alguien antes le hubiese borrado de la Biblia cristiana el 7º y el 8º mandamiento), la intermitente presencia de su anodina hija y, todo hay que decirlo, la espectacular interpretación de Christoph Waltz hacen que el personaje principal de esta historia vuelva a quedar, como el hecho que denuncia, en un segundo plano.

Por otro lado, Burton y sus guionistas ponen todas cartas sobre la mesa muy pronto: el engaño, las actitudes de los protagonistas y el desarrollo de las tramas quedan fijadas enseguida. De esta manera, al final, la película se alarga en exceso (a pesar de contar con un metraje contenido) en espera de un desenlace que tarda en llegar y que, con gran acierto del experimentado director, consigue rematar con elegancia y poner un emotivo broche a una apuesta que no es brillante, pero que sí aporta mucha luz al panorama cinematográfico actual.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Tim Burton

Guionistas: Larry Karaszewski, Scott Alexander

Intérpretes: -

Género: Drama

País: EE.UU.

Fecha estreno: 25/12/2014

Lenguaje: Coloquial

Público

+16 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Huyendo de su marido, Margaret y su hija se mudan a San Francisco donde intentará comenzar de nuevo y buscar tiempo para pintar, su verdadera pasión. Allí, Margaret conoce a Walter, otro pintor aficionado, y poco tiempo después se casa con él y empiezan a exponer juntos sus obras de arte.

El afán de vender los enigmáticos cuadros de Margaret llevará a Walter a usurpar su autoría y a someter a su mujer a una presión constante y humillante para que no dejase de producir obras, manteniendo en todo momento su anonimato.

Título original: Big eyes

País: EE.UU.

Duración: 105'

Fecha producción: 2014

Distribuidora: Entertainment One

Color: Color

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