Blue Jasmine

Las entregas cinematográficas que cada año efectúa Woody Allen se saldan con cierta frecuencia con buenas críticas y éxito de público. Cineasta prolífico, no todas sus obras son maestras, pero su carrera (o al menos algo más de la mitad de sus películas) ofrece una mirada realmente singular sobre la sociedad y la condición humana.

Con el ojo puesto en las clases medias altas, sobre todo norteamericanas, Allen disecciona sus tics consumistas, hedonistas e incluso su ambivalente postura frente al arte en cualquiera de sus manifestaciones. Muchas de las pasiones que retrata no se circunscriben a esa exclusiva clase social y son fácilmente aplicables a todo ser humano, de ahí el éxito general de su filmografía no sólo entre un público cinéfilo.

En Blue Jasmine, Woody Allen retorna a su mirada más amarga, en un barniz de tragicomedia, después de la anodina A Roma con amor y la ingeniosa y nostálgica Medianoche en París. La balanza entre ambos géneros alcanza un equilibrio difícil pero coherente, que va paralelo al esquizofrénico dibujo de su protagonista, una Cate Blanchett más prodigiosa que nunca en matices.

No cabe duda que el cineasta de Nueva York es un gran director de actores y actrices, pero el talento de la intérprete hace que cada plano del film contenga y transmita complejas emociones e impulse a una profunda reflexión sobre los pilares que sostienen nuestras vidas. Sin Cate Blanchett, sin duda, Blue Jasmine habría sido otra película.

Como siempre, y aún más en este film, Allen no propone soluciones. Se respira cierto tono nihilista, más pesado que otras veces, y tras los momentos en que la verdad se desnuda, y se cae en pedazos lo que quedaba de comedia (en ambos sentidos), la tragedia gana terreno, aunque sea en un sentido posmoderno.

Blue Jasmine, a pesar de ciertos momentos ocasionales más predecibles y recurrentes, es un interesante relato de ascenso y caída, donde se da otra vuelta al panorama moral que ha dejado y albergaba el falso sistema financiero en el que ha vivido occidente.

La película ofrece una estructura ágil, sustentada por vueltas al pasado en apariencia caprichosas, que permitirá al público adulto reflexionar, entre sonrisas y amargura, sobre la condición humana, quizá desde una perspectiva algo pesimista.

Firma: Lourdes Domingo

Extras DVD:

• Audio: inglés, español, italiano, catalán
• Subtítulos: español, inglés para sordos, italiano para sordos
• Declaraciones desde la alfombra roja
• Conferencia de prensa de los actores