Camino a la perdición

Análisis

El argumento de Camino a la perdición sigue tramas clásicas del cine de gángsteres, pero es la forma cómo se plasman y los mensajes menos obvios los verdaderos intereses de la película. El director Sam Mendes transmite esos objetivos con un gran dominio de la puesta en escena y de los recursos cinematográficos, con un control del plano fijo, del travelling y de los planos encadenados. Cada plano de la película recrea atmósferas majestuosas, ayudados de una gran composición cromática. Por contra, es precisamente este continuo dominio formal de la técnica cinematográfica el que puede restar naturalidad a la película.
 
Pero uno de los principales valores de Camino a la perdición es la plasmación de ciertas reflexiones sobre temas que afectan a los personajes principales, como son los pecados del pasado, la búsqueda del padre, la violencia como camino sin retorno, la necesidad de redención y el compromiso ante las decisiones que tomamos.
 
La película enseguida deja claro que los pecados del pasado del personaje principal son graves. Michael Sullivan creció rodeado del ambiente delictivo de la mafia irlandesa de Chicago, aunque la interpretación de Tom Hanks nos transmite a un personaje con conciencia de los errores de su vida. Por tanto, el sentimiento de culpa es algo que planea en la película, con un Sullivan que se juzga a sí mismo. Tanto él como su protector Rooney (Paul Newman) saben que sus acciones son denigrantes, pero son incapaces de llevar otra vida. La lealtad, el valor y el honor entre criminales les atan a sus promesas hacia las personas que forman la familia mafiosa.
 
La búsqueda del padre es otro de los temas centrales. La idea de lealtad tan presente en la película se extiende también a las relaciones entre los padres y los hijos. De hecho, Sullivan se debate entre el agradecimiento a quien se ha portado como un padre desde su orfandad y la responsabilidad en la educación de su hijo, para quien quiere una vida distinta a la suya. Consciente de ello, inicia por amor a su hijo un camino de salvación, para evitar que un ser inocente como Michael corrompa su alma. En esta cuestión, la relación entre los personajes interpretados por Newman y Hanks refleja la mezcla entre los buenos sentimientos paternales y la cruda realidad que les ha conducido a su situación. Así, pese a todo, el bien más preciado es la relación entre un padre y un hijo, que aparece por encima de las demás: si Sullivan protege a Michael por amor, el personaje de Newman protegerá a su hijo por obligación como padre. Aunque por diferentes motivos, ambos padres se sacrifican por sus hijos.
 
Todas estas cuestiones se debaten en un entorno de violencia muy presente en la película, algo inevitable en el ámbito de la mafia. Pero aún así, el director muestra la vida cotidiana de unas personas que se han acostumbrado a ella. Esta violencia se muestra a veces de forma aséptica y otras realzada, pero siempre manteniendo su aspecto cotidiano. Ejemplos del primer caso serian las fotografías a cadáveres del asesino interpretado por Jude Law. Por otro lado, la violencia aparece realzada en la muerte silenciosa de John Rooney bajo una lluvia sólida. La desesperanza que genera la violencia en los atormentados personajes se extiende por todo el metraje creando un clima sombrío y fatalista.
 
La responsabilidad de ser padre es la que sirve al director Sam Mendes para tratar la idea del compromiso. Es un compromiso que no aparece expresado de forma maniquea, si no que cada personaje ha de ser leal a sus creencias y a sus principios sean los que sean. El personaje de Michael Sullivan acepta su responsabilidad, ya que es consciente de las circunstancias que le han llevado a convertirse en un asesino. La lección que transmite este personaje es que cuando se toma una decisión vital que acarrea un compromiso muchas personas se verán afectadas, principalmente la familia cercana. Hay que ser valiente para aceptar la influencia que nuestras elecciones tendrán sobre las personas que queremos.
 
Así, Camino a la perdición insiste en las contradicciones morales del protagonista, un católico convencido y matón a sueldo a la vez. Es un padre que sufre su propia degradación y la de un mundo que le ha arrastrado a la mayor decadencia posible. Para el personaje de Tom Hanks quizás sea demasiado tarde para salvarse, pero no para su hijo Michael que representa la esperanza en un mundo de violencia. El viaje al pueblo de Perdición simboliza una nueva oportunidad y el hecho de intentar llegar es ya para Sullivan su redención. Por tanto, el camino de venganza y perdón, de violencia y amor, de muerte y reencarnación es una segunda oportunidad que compensa a Michael Sullivan de una vida llena de culpabilidad.

Firma: Redacción

Extras DVD:

  • Audio: inglés, español, italiano
  • Subtítulos: español, inglés
  • Comentarios del director Sam Mendes

ficha técnica

Director: Sam Mendes

Guionistas: David Self

Intérpretes: Daniel Craig, Jennifer Jason Leigh, Jude Law, Paul Newman, Tom Hanks

Género: -

País: EE.UU.

Fecha estreno: 06/11/2002

Lenguaje: Coloquial

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Valores

En el Chicago de los años treinta, un capo mafioso local (Paul Newman) encarga a Michael Sullivan (Tom Hanks) llevar a cabo un asesinato. Connor (Daniel Craig), el propio hijo del jefe, será enviado para apoyar la misión. Pero todo se tuerce cuando el primogénito de Michael observa escondido la matanza. Esto provocará la huida del padre y del hijo (Tyler Hoechlin) perseguidos por la organización, temerosa que el pequeño cuente lo sucedido. 

Título original: Road to perdition

País: EE.UU.

Duración: 119'

Fecha producción: 2002

Distribuidora: -

Color: Color

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