Carrie (2013)

La novela de mismo título de Stephen King quedó inmortalizada en 1976 por la adaptación de Brian de Palma y Lawrence D. Cohen, con la que configuraron algunos iconos del terror de los años 70, como la imagen de Sissy Spacek cubierta de sangre.

D. Cohen fue luego autor de varias adaptaciones de textos del mismo Stephen King y, seguramente, se mantiene en los créditos de la versión actual por la cercanía argumental con su versión. Roberto Aguirre-Sacasa (guionista de series como Big love o Glee) mantiene la predominante atmósfera de instituto, determinada por sus leyes-clichés fílmicos de popularidad, baile de fin de curso e incursiones en la sexualidad adolescente. En ese contexto, tampoco introducen grandes actualizaciones, a excepción del uso del móvil y la subida de vídeos a la red para caracterizar las acciones de acoso escolar a Carrie.

Kimberly Pierce (Boys don’t cry) guarda también cierta analogía con la estética retro y con la esoterización de lo religioso (el uso terrorífico de sus iconos y de personajes enfermos psíquicamente) e insiste más en las insanas autolesiones de la madre y su androfobia. Sin embargo, el estilo de Pierce carece del ocasional tono paródico e hiperbólico que Brian de Palma se permitió ya en su primera versión. De este modo, la conocida secuencia del baile resulta menos interesante e incluso ridícula en la dirección de actores, en especial de Chloë Grace Moretz, brillante en el resto del film.

Sin duda, un remake sólo necesario para la taquilla, y es que, a pesar de que el reparto principal tiene personalidad, el resto de la película no apunta hacia nada que la haga original o justifique su existencia, además del motivo económico.

Firma: Lourdes Domingo

Extras DVD:

• Audio: español, inglés, francés
• Subtítulos: español, inglés, francés, holandés
• Creando a Carrie
• Sorpresa telequinética en una cafetería