Contracorriente

El cine latinoamericano pega fuerte en los festivales y en las pantallas. Nos devuelve matices perdidos en otras cinematografías: la ternura, el detalle, el relato de pequeñas grandes vidas. Historias sencillas narradas con profundidad  que tocan el corazón del espectador. Algunas, brillantes, ponen en marcha el intelecto y nos dejan reflexivos ante panoramas socialmente injustos o emociones bipolarmente vividas. Otras, más mediocres, nos dejan tan sólo imágenes estéticas de calidad e historias de amor que de tan superficiales se quedan en la lagrimilla. Y aquí es donde encaja Contracorriente, un agridulce culebrón de corte muy clásico.

El guión está lleno de tópicos y la trama es más que predecible, porque cuando uno milita –en este caso por la causa gay- elimina la sorpresa de la ecuación. Pero el auténtico logro de Fuentes-León en su debut cinematográfico lo encontramos en las escenas costumbristas de los pescadores del fin del mundo que viven con gran dignidad su pobreza y que conservan ancestrales ritos tanto para sus vivos como para sus muertos. Es en esas escenas donde brilla la promesa de este médico metido a director de cine al que le ha faltado ojo clínico para elegir a sus personajes, pero que sin duda aportará nuevos productos de calidad: tiene madera para algo más. ¿Lo veremos? Ahí que esperamos.

Premiado en el Festival de San Sebastián 2009 a la Mejor Película con Temática Gay

Firma: Ana Puigarnau