Benjamin Dickinson dirige y protagoniza su segundo largo. Cuenta de nuevo con sus amigos Paul Manza y Reggie Watts y otros actores que saltan a la vista, como una espectacular Nora Zehetner.
Esta entrega indie está llena de apuestas: una nítida fotografía en blanco y negro, planos secuencia magistrales, angulaciones arriesgadas, gráficos bien encajados y un preciso diseño de sonido. Aunque no todos estos riesgos terminen por sobresalir, claramente el resultado es valioso.
El director y coguionista desarrolla la trama en un futuro cercano. Pese a que los años no se puedan detallar, queda claro que el film se desmarca de ser una entrega futurista. Quiere también recuperar guiños clásicos, como el uso del blanco y negro y la música clásica.
Pero, más allá de lo formal, nos encontramos con una historia que quiere reivindicar las obsesiones humanas como extremos de la búsqueda de uno mismo. Y el resultado es fatigoso. El protagonista es adicto al sexo, a las drogas, al alcohol, a la tecnología… Y las adicciones actúan como excusa y marco para el resto.
Firma: Carla Sciamma
Director: Benjamin Dickinson
Guionistas: Benjamin Dickinson, Micah Bloomberg
Intérpretes: Benjamin Dickinson, Dan Gill, Gavin McInnes, Jay Eisenberg, Meredith Hagner, Nora Zehetner, Sonja O'Hara
Género: Ciencia-ficción, Drama
País: EE.UU.
Fecha estreno: 20/10/2017
Lenguaje: Vulgar
En Brooklyn, un ejecutivo de publicidad obsesionado con la tecnología trabaja en una campaña para lanzar unas gafas de realidad aumentada. David tiene celos de su mejor amigo Wim y, por eso, decide utilizar esas gafas para crear un avatar de su novia, Sophie. Sin embargo, la fantasía tecnológica se volverá contra él.
Título original: Creative Control
País: EE.UU.
Duración: 97'
Fecha producción: 2015
Distribuidora: Festival Films
Color: B/N