Dos coronas

Michał Kondrat presenta su primera película largometraje y apuesta por una mezcla entre documental y ficción. No podría haber sido una decisión más acertada ya que es la mejor forma de reconstruir su vida.

El film empieza con una escena de realidad ficcionada que posiciona el pasado del santo, luego entra en escena un presentador con el que viajaremos a los distintos lugares donde estuvo Maximiliano y, entre una cosa y la otra, Kondrat introduce imágenes antiguas con profundidad o dioramas que reconstruyen su vida real en tres dimensiones.

Todo ello va acompañado de una música muy ensalzadora (y seguramente demasiado descontextualizada) de Robert Janson y Roberto Ignis que, al principio, te saca de escena y luego, cuando uno ya se acostumbra a ella, no molesta. La floja interpretación tampoco favorece que entremos de lleno en la magia de la cinta desde el primer momento.

Si uno está predispuesto a conocer la trayectoria de Maximiliano Kolbe, Dos coronas es la fórmula ideal. Y, si alguien no entiende la fe cristiana, puede quedar choqueado por el vocabulario que se usa. Obviamente, la historia real del santo es digna de conocer, pero uno se plantea si las formas aquí empleadas son las mejores para llegar también a los espectadores no creyentes. No obstante, este juicio queda en manos de cada uno.

Firma: Carla Sciamma