Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas

Aprovechando las vacaciones de verano recién comenzadas, Sony estrena a su vez, valga la redundancia, la última saga de su divertida familia de vampiros y monstruos diversos. Esta vez serán ellos los que se vayan de vacaciones abandonando el Hotel que da nombre a sus aventuras.

Este cambio de escenario, y me temo que sobre todo el cambio de guionista, provoca una caída importante en el ritmo, las risas y la originalidad de Hotel Transilvania 3. Los protagonistas habituales parecen no dar para más y las nuevas incorporaciones no alcanzan el nivel de calidad que hemos visto en las entregas anteriores. Por otro lado, la trama se reduce al mínimo y, para cubrir estas carencias, se apuesta por exagerar de un modo desproporcionado todos los elementos hasta hacerlos cargantes; con lo que se acentúa aún más el incipiente aburrimiento.

El film, como sus predecesoras, sigue apostando, y de modo excesivamente reiterativo a lo largo del metraje, por alentar a la comprensión y al respeto a todas las personas por diferentes que nos parezcan. Por esto, y por la ya invencible gracia del grupo de protagonistas, la película se deja ver y es una buena elección para pasar un rato entretenido aunque, vistas las anteriores, es difícil sustraerse a la constante sensación de decepción.

Firma: Esther Rodríguez