Luis y los alienígenas

¿Que le pedimos a una película de animación? Normalmente, los padres quieren que los niños se entretengan, que sea comedida en sus groserías y, si pueden pedir más, que eduque.

Pues con Luis y los alienígenas estamos ante una pieza que responde correctamente a estos tres requisitos. Wolfgang Lauenstein y Christoph Lauenstein no descubren nada nuevo, al revés, se inspiran en muchos otros films. Por esta razón, no valoraremos la creatividad, sino lo efectiva que es. Otro aspecto que también hay que tener en cuenta es que no todas las producciones pueden ser Disney ni Pixar, y que es muy meritorio que unos pequeños estudios terminen haciendo algo sólido.

Y entre todo esto, los directores y guionistas hacen despuntar tres aspectos del guión. Primeramente, nos hablan sobre la soledad en la infancia. El protagonista de la historia enternece por su bondad, mientras que sus ojos son el gancho para cautivar al espectador. Muchos niños se podrán sentir identificados, no con su dura situación familiar, pero sí con lo que él siente.

El segundo tema es la reconciliación. Los padres o amigos no siempre son perfectos. Sin embargo, está en nuestras manos amarles y luchar hasta que ellos se den cuenta.

Y por último, lanzan una crítica contra la sociedad humana y dicen que, al fin y al cabo, nosotros somos más alienígenas que ellos.

Firma: Carla Sciamma