Mi mundial

Asombrosa película que, en su sencillez de planteamiento y en su clasicismo narrativo, es capaz de dar a un tema a priori banal un calado y una amplitud repleta de interés y de llamadas a la reflexión.

Para su primer largometraje, Carlos Andrés Morelli utiliza la novela de Daniel Baldi acerca de una afición que es mucho más que un deporte: es una pasión que, en algunos países, alcanza un auténtico modo de vida. Por eso sorprende, muy gratamente, el relato que transmite Mi mundial; un relato que coloca al fútbol en su lugar y que aplica al hecho una dosis ingente de sentido común.

El film es prácticamente costumbrista y el desfile de personajes (el padre, el representante, los hermanos, el amigo, la profesora…) le imprime un tono de realismo y verosimilitud tan cotidiano que, precisamente, por eso resulta novedoso y sorprendente; además de lo amables y simpáticos que se muestran ante el público.

De una manera natural, sin adoctrinamientos, moralismos o sentimentalismos, el espectador percibe la necesidad de la familia, de la autoridad de los padres, del esfuerzo y el trabajo sea cual sea, la importancia de la formación y el estudio y, por supuesto, del amor y la amistad.

Todo ello envuelto en la pasión comedida por el futbol y encarnado por unos actores atípicos, pero mucho más que solventes que los que acostumbramos a ver en las pantallas.

Firma: Esther Rodríguez