Vengadores: Infinity War

La combinación de imaginación desbordante y pericia técnica en manos de los responsables de Marvel y Disney produce un espectáculo inigualable capaz de hacer que dos horas y media pasen en un suspiro. El esperado regreso de los Vengadores en esta Infinity War, viene cargado de acción, emoción, acción, humor, acción, efectos especiales, acción, sorpresas, acción, reencuentros y, en definitiva, una acción desbordante que no deja lugar al descanso (ni falta que hace) pero descuida, y mucho, la trama, la descripción de personajes y las variaciones de ritmo necesarias para jugar con la atención del espectador.

Esta planicidad del guion, sin embargo, no le pasa factura al público ya que éste queda, desde el primer instante, cautivo de la fastuosidad del diseño artístico, de la fuerza de las escenas de acción (es decir, de prácticamente todas) y de la complicidad con el desfile de personajes del Universo Marvel que van colándose en la pantalla.

Quizá Christopher Markus y Stephen McFeely cuentan con esta benevolencia de partida para no perfilar demasiado la narración, como sí se hace en versiones anteriores de la saga. Parece que dejan que el viento a favor, el pulso de los Russo en la dirección y los actores, viejos conocidos del público, cubran un libreto fácil que compartimenta rígidamente el humor, las despedidas y las explosiones.

También la sorpresa juega a favor del equipo de guionistas. Disney ha dosificado perfectamente la información previa al estreno, de modo que hasta el más enterado se sorprenderá en más de un momento, tanto por los protagonistas como por sus accesorios.

Hay que esperar al final para que la película comience a ganar en intensidad, contención, corrección e interés medianamente intelectual, ya que esta Vengadores: Infinity War es solo la primera parte. En este último tramo, encontramos, por fin, el mimo y esmero en el guion que hemos echado en falta durante las dos horas anteriores; algo que mitiga la posible sensación decepcionante que nos pudiéramos llevar a la salida.

En definitiva, “más Vengadores que nunca” reza el lema promocional del film. Y en efecto, más y demasiados: demasiados vengadores, demasiados guardianes, demasiados malvados, demasiadas explosiones, demasiadas despedidas…y demasiadas ganas de que llegue la segunda parte de esta espectacular producción.

Firma: Esther Rodríguez