De padres a hijas

Gabriele Muccino triunfó en su Italia natal con El último beso y en Estados Unidos gracias a En busca de la felicidad, con Will Smith. Tras la fallida Siete almas y la poco relevante Un buen partido, se apoya en un guionista novel para impulsar una trama interpretada por conocidos actores.

Sin embargo, ni estos ni su trayectoria rescatan a la película de un mar de lágrimas edulcoradas, que no logran reconducir el guión fuera de los cánones del telefilm melodramático: flashbacks caprichosos con contenidos previsibles, músicas de refuerzo por si no había quedado claro que la escena es desgraciada, traumas evidentes explicados verbalmente con aún más evidencia y lloros, muchos lloros.

Brad Desch y Muccino intentan una estructura alterada cronológicamente, que busca crear cierto suspense sobre el final de los hechos. No obstante, el resultado es, de nuevo, una estrategia de efecto fácil y emoción sonora, que pasa factura y espanta al espectador que busca algo más que una TV movie de sobremesa.

Firma: Lourdes Domingo