Dead Slow Ahead

El realizador Mauro Herce, después de muchos años como operador de cámara y director de fotografía, en el año 2013 se embarca a bordo del carguero Fair Lady para realizar su primera película como director. Un retrato libre e hipnótico, a medio camino entre el documental y la (ciencia)-ficción de esta gigantesca máquina y sus habitantes.
Nacido en Barcelona, ha sido director de fotografía en más de veinte largometrajes; entre ellos Mimosas, A puerta fría, u Ocaso, hasta este título de hoy en el que debuta como director y guionista.

Entendemos que Mauro Herce, con esta película, ha querido ir bastante más lejos de lo que el simple visionado de la misma aporta a los ojos del espectador, íntimamente confuso, por cierto, a la hora de valorar su personal mensaje. Apoyándonos en sus propias palabras …imaginemos el último navío de la humanidad donde su tripulación no se ha dado cuenta del fin del mundo y sigue ejecutando acciones mecánicas, primitivas y esenciales, durante las cuales el hombre se empequeñece ante una maquinaria que lo excede y lo desborda.

Por supuesto, cada realizador y más todavía en el campo de la ficción, está en su derecho de plantear nuevos objetivos y pretendidos horizontes en el campo de desarrollo de la vida humana. No negamos el derecho porque, precisamente, una de las principales cualidades del hombre es la libertad para expresar sus ideas y personales opiniones sobre el futuro de los mortales. Pero también es posible que el símil con el que Herce nos ofrece la triste realidad del futuro de nuestra raza esté basado en una débil percepción de la misma, al reducirla, en su triste visión, con el símil de este carguero fantasma donde cualquier horizonte de esperanza está sumido en la más absoluta tiniebla.

Es un hecho que Dead Slow Ahead ha sido premiada en multitud de festivales cinematográficos. Pero no es óbice para que nosotros, al parafrasear el título de una de las famosas películas de Federico Fellini, sigamos diciendo… “e la nave va”.

Firma: Joaquín Guitart