Despertares

Es obvio que este tema iba a captar al arte cinematográfico, últimamente tan ‘interesado’ en llevar a la pantalla dramas humanos de enfermos profundos o minusválidos (Hijos de un dios menor, Rain Man, Mi pie izquierdo), que llegan a incidir en el público. De ahí que el productor Walter Parkes y la nueva directora Penny Marshall se decidieran a acometer este hecho histórico, que evocaría así Oliver Sacks, a su vez consejero técnico del film: “A partir de 1930 la enfermedad cambió, irrumpiendo una gran marea lenta y apática que cubrió a muchos de los supervivientes, envolviéndolos en equivalentes metafóricos (si es que no fisiológicos) del sueño o de la muerte. Parkinsonismo, catatonia, melancolía, trance, pasividad, inmovilidad, frigidez, apatía. Totalmente olvidados -escribía el referido médico-, eran los leprosos del siglo”.

Francamente, la sobria y emotiva realización de la Marshall es notable, tanto que Despertares fue candidata al Oscar en las categorías de mejor película, guión y actor principal. Asimismo, el duelo interpretativo Robin Williams-De Niro es impresionante, con momentos dramáticos e íntimos antológicos, que invitan a reflexionar sobre la condición humana. Sin caer en facilidades de ningún tipo, además este Awakenings hace ‘despertar’ no sólo al frío científico en su cerrada actitud sentimental (la secuencia final, cuando invita a la enfermera, resulta muy significativa), sino también al mismo espectador de su posible letargo ante el dolor y sufrimiento ajenos.

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