Dreamgirls

Basada en un famoso musical de éxito a principios de los ochenta, Bill Condon (Chicago) traslada la pieza de Broadway al celuloide con un extraño y desigual resultado. Por un lado, musicalmente hablando, la película es brillante, y cuenta con unas voces privilegiadas como las de Beyoncé Knowles o Jennifer Hudson (finalista en el concurso televisivo American Idol), que representan con acierto la evolución musical de aquellos años. Lo mismo le sucede a la escenografía y todo lo relacionado con el estilismo y la puesta en escena, incluidas las coreografías, que trasladan al espectador a uno de los grandes momentos creativos de la música afroamericana.

Pero, por otro lado, el guión no tiene un foco definido en el punto de vista, lo que hace tambalear su dirección y la del espectador. En realidad, quizá, esto para muchos no tenga importancia, ya que lo que prima en la película es el espectáculo y el testimonio de la corrupción, ya presente, en el mercado musical, así como los riesgos de la ambición.

Firma: Redacció

Extras DVD:

• Audio: inglés, castellano
• Subtítulos: inglés, castellano