El hombre que quiso ser Segundo

Este documental adopta una estructura original y un leitmotiv algo excéntrico para acercar al espectador un capítulo más que interesante, imprescindible, de la historia del cine y, en especial, de la historia del cine en España.

A partir de la figura presente ante la cámara del propio guionista y director del documental, Ramón Alòs -interpretado por un actor-, el film sostiene una atmósfera de investigación casual, de misterio e incluso con giros sorpresa alrededor de Chomón. Este esfuerzo de guión obtiene buen rédito en unos momentos –pues dinamiza un conflicto suscitado con elegancia- y, en otros, deriva en actuaciones bastante impostadas, que tampoco aportan algo sustancial.

Sin embargo, en lo fundamental, El hombre que quiso ser Segundo coordina muy bien el uso de imágenes y películas de archivo, muchas de ellas conservadas o restauradas con solvencia: algunas son del mismo Chomón o de Georges Méliès y otras se escogen para ilustrar ideas, emociones o momentos que carecen de documento histórico. También encajan en la trama las recreaciones ficcionadas del director aragonés, e incluso alguna acertada ilustración, mientras que lo que chirría más son algunos movimientos de cámara y reencuadres algo brutos y temblorosos.

Se trata de una sencilla apuesta, que aprovecha muy bien los pocos medios de que ha dispuesto para ofrecer al espectador pasión por el cine y pasión por la historia, por los pioneros y por aquellos profesionales que piensan que todavía hay muchas cosas que inventar.

Firma: Lourdes Domingo