El mundo según Barney

El mundo según Barney no es un biopic real, aunque lo parezca por su intención de abarcar varias décadas de la vida de una persona. Se trata de la adaptación de la novela de Mordecai Richler, que empezó a escribir cuando contaba con 70 años y una memoria que comenzaba a fallar; algo similar a lo que le sucede a Barney, que arranca el film con esa edad y una incipiente pérdida de recuerdos.

Precisamente, la película funciona como un relato biográfico con retornos al presente en la vida de Barney. Sus aciertos, a veces desconocidos por los demás, sus evidentes debilidades, su capacidad de ser fiel y, en otras ocasiones, de caer a cuatro patas, deambulan por una galería de personajes dibujados, como su querida Miriam, y otros más estereotipados y al servicio de la comedia (como el de Minnie Driver).

Michael Konyves elabora un guión bien ajustado en el arco del protagonista y menos trabajado en su conjunto. Sin duda, sin Paul Giamatti, que repite en su papel de bonachón con baja autoestima, el film sería poco soportable. Por su parte, Richard J. Lewis (guionista y realizador de CSI: Las Vegas) responde con una dirección que aligera el excesivo metraje y que podría ser más elegante en un par de pasajes, como lo hace en gran parte de la película.

Firma: Lourdes Domingo