El nombre del bambino

Basada en la película Elnombre (2012), que genialmente escribieron y dirigieron Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, así como la obra de teatro, esta nueva adaptación de la comedia francesa (es inevitable que sea por comparación) no le llega ni a la suela del zapato a su predecesora. Aunque las interpretaciones italianas no están mal, hay algunas sobreactuaciones y exageraciones que en El nombre destacan por su elegancia y sutileza, sobre todo, por la intensa atmósfera que se consigue.

Aquí, el drama no está tan condensado, ni los diálogos tienen la misma gracia. Los personajes son más brutos y simplones, limitados a un papel que se nota ya ha sido representado. Además, El nombre del bambino se dirige a su público autóctono, utilizando un final más emotivo –del parto en vivo y en directo, que obviamente sobra– y distrayendo para hacer la historia más “ligera” y apta para jóvenes, con la presencia de flashbacks, los niños y el uso de la cámara subjetiva dentro de un helicóptero de juguete. Lo dicho. Decepciona. La película anterior era difícil de superar y más si se había llegado al llanto (de risa) con ella.

Firma: Begoña Arribas