El príncipe de Egipto

Esta adaptación del Éxodo supuso, en 1998, uno de los primeros trabajos para la gran pantalla de la compañía Dreamworks Animation, una de las principales responsables del fin del monopolio de Disney en el terreno de la animación. Fundada en 1994 por Jeffrey Katzenberg, David Geffen y Steven Spielberg, la compañía inició sus andanzas en el cine combinando propuestas elaboradas a través de la animación tradicional (como la presente cinta o La ruta hacia El Dorado), con obras realizadas a través de técnicas digitales, tendencia inaugurada con Antz (también en 1998) y consolidada, más tarde, con sagas como Shrek o Madagascar.

La película respondió a la ambición de Dreamworks, consciente de la necesidad de apostar con contundencia por el film para equipararlo con la animación más comercial. Con el inevitable referente de la mastodóntica Los diez mandamientos, de DeMille, a sus espaldas, El príncipe de Egipto situó al nivel de gran espectáculo el relato bíblico, con una monumental recreación de espacios y un notable sentido del entretenimiento. El film recoge, en líneas generales, las claves de la historia original, pero también es capaz de trascender su sentido puramente religioso para contar con buen pulso una narración plagada de cuestiones humanas y antropológicas que, además, integra con gracia y ritmo la acción y la aventura.

Concebida como un producto familiar (aunque con pasajes de naturaleza excesivamente violenta para niños en edad preescolar), El príncipe de Egipto adoptó el clásico formato musical, y ofreció una celebrada banda sonora  con canciones tan recordadas como When you believe, ganadora del Oscar e interpretada a dúo, en los títulos de crédito, por Whitney Houston y Mariah Carey. Igualmente estelar fue la reunión de actores para poner voz a los personajes de la película en la versión original, con nombres como Val Kilmer, Ralph Fiennes, Michelle Pfeiffer, Sandra Bullock, Helen Mirren o Steve Martin.

Firma: Juan Xipell