El renacido

Alejandro González Iñárritu es probablemente el cineasta mexicano que mejor se ha adaptado al cine de Hollywood, por delante de Guillermo del Toro o Alfonso Cuarón. Su obra comprende una primera parte en la que colabora con el guionista Guillermo Arriaga, que le escribe sus tres primeras películas, caracterizadas por ser historias cruzadas: Amores perros, 21 gramos y Babel. Después, con otro equipo de guionistas, rueda Biutiful y Birdman, película que gana cuatro Oscar, tres de los cuales son para él como productor, director y guionista. Esto le ha convertido en uno de los tres directores ganadores de tres premios individuales, hito que comparte con Billy Wilder y Coppola por El apartamento (1960) y El Padrino II (1974), respectivamente.

Y atención, porque Lubezki, el director de fotografía (fetiche de Malick), lleva dos Oscar seguidos en esta categoría (Gravity y Birdman) y este podría ser el tercero, ya que el trabajo que realiza es excepcional, contando con luz natural, un rodaje durísimo y además en orden cronológico.

Inspirada en hechos reales, parte de la novela The Revenant: a novel of revenge, de Michael Punke (2002). El renacido es una historia de supervivencia que comienza siendo una búsqueda justiciera y se convierte en una heroica historia en pos del hogar, el amor y la preservación de las tierras vírgenes.

En el fondo, El renacido es un western clásico, contemplativo e intrigante a la vez, que atrapa los sentidos, con inmersivos efectos de sonido y grandes secuencias, algunas ciertamente de acción y violencia (explícita aunque justificada) brutales en medio de tal salvaje belleza. Iñárritu narra absolutamente todo con imágenes: cada singular plano lleva al siguiente, sin necesidad de diálogo. Leonardo DiCaprio y Tom Hardy ofrecen enormes interpretaciones dignas de alabar y de premiar (sobre todo en el segundo caso). Toda una lección a las películas del género que temen al hecho de profundizar y al bolsillo del supuesto espectador que busca acción pura y dura. Bienvenidos al cine.

Firma: Begoña Arribas