El rey de los belgas

Peter Brosens y Jessica Woodworth han escrito y dirigido juntos cinco producciones, entre las que se encuentra también un documental.

En esta ocasión, mezclan su pasión por explorar territorios ajenos a los marcados por las fronteras de su país con un marco de falso documental. Esto les permite jugar con el límite difuso entre realidad y ficción y también con la frontera entre sentido del humor y drama.

A través de las diversas peripecias, El rey de los belgas sitúa al espectador en un lugar posible, a través de una parodia elegante y que nunca cae en la astracanada. Al mismo tiempo, el film repasa una parte de Europa en su diversidad y en la que siguen flotando conflictos pasados y aún presentes.

Con momentos muy logrados y un casting solvente, con Peter Van den Begin a la cabeza real, la película acusa diversas bajadas de ritmo, atenuadas por la medida ambición de la trama. Lo mejor: el breve discurso del alcade descalzo sobre la felicidad, en la que no caben condicionales.

Firma: Lourdes Domingo