En la sombra

Fatih Akin es un guionista y director alemán de origen turco. Sus obras acostumbran a centrarse en la historia o vida cotidiana de los turcos y, sobre todo, sus dificultades a la hora de instalarse en Alemania. En este caso, con En la sombra, pone el acento en la violencia y el terrorismo que, desde uno u otro lado, asolan con demasiada frecuencia la existencia de la gente de a pie que habita en ciudades tan supuestamente desarrolladas como Hamburgo.

Divide su relato en tres capítulos cuya fragmentación y títulos pueden resultar superfluos ya que su propio devenir marca perfectamente los diferentes objetivos de cada uno de ellos. En el primero, entre la presentación y el atentado, la lluvia y la oscuridad dominan todas las escenas y enfatizan el drama de Katja y su familia. En el segundo, el gris apagado y frío acompaña con acierto las sesiones del tribunal. Y el tercero, luminoso y despejado pone un broche dramático y esclarecedor de las tribulaciones que sufre Katja en el interior de su alma.

Esta adecuada ambientación es uno de los grandes valores del film, pero lo que lo hace verdaderamente llamativo es la interpretación espléndida de Diane Kruger, capaz de reír, sonreír, llorar, explotar de ira o mirar, fijamente y en silencio, transmitiendo más furia y odio del que un exabrupto violento pudiese reflejar. Ella sola sostiene todo el guion. También quizá porque es el único personaje diseñado con sutileza y amplitud, puesto que el resto están bastante estereotipados y descritos con trazos demasiado simples.

Por lo tanto, de su visionado queda una interesante lección sobre tolerancia y comprensión y, sobre todo, la admiración ante el espectáculo interpretativo ofrecido por Diane Kruger.

Firma: Esther Rodríguez