En tercera persona

Paul Haggis sigue en sus trece. Después de la oscarizada Crash, vuelve por sus fueros con este drama romántico en el que se cruzan tres tramas con una buena dosis de sentimiento, amor, sexo… y también traición, por supuesto. En esta ocasión con intérpretes de nivel como Liam Neeson, Mila Kunis, Adrien Brody, y la breve aparición de Kim Basinger.

En los tres relatos coincide una problemática común, pese a sus distintos orígenes y situaciones. En dos de ellas los protagonistas están, por distintos motivos, fuera de sus entornos habituales y apartados de sus vínculos familiares o económicos. Viven en otro ámbito y actúan con la falsa libertad que comporta, en ocasiones, la lejanía temporal, aunque en aquella fluctúen inequívocos desencuentros.

Como acostumbra en su filmografía, Paul Haggis entremezcla las historias motivando al espectador acerca de la casuística hombre-mujer, sin que una trama se distancie de la otra, ni en tiempo ni en circunstancia. En este caso, pese a que las tres situaciones son distintas, siempre queda patente el triste papel secundario y dependiente de la mujer con respecto al hombre. Este ejerce siempre su dominio hasta el momento en que aquella se ve obligada a utilizar sus propios argumentos; en ocasiones, voluntariamente y, en otras, como desesperada argucia femenina con un previsible final, y en alguna secuencia con evidente exhibicionismo.

En síntesis: tres narraciones con una única moraleja: no siempre Amor y Pasión se conjugan, forzosamente, en una sola estructura. Como en la vida, también, a veces, hay algún equívoco espejismo.

Firma: Joaquín Guitart