Four Lovers

Pegajoso drama francés en el que se presenta un descorazonador panorama matrimonial y familiar. Las dos parejas protagonistas sufren la inmadurez de pensar que su vínculo conyugal es indestructible si, ante todo, son sinceros el uno con el otro. Con esta premisa, las relaciones extramatrimoniales se comparten con escasa naturalidad pero sin reproches. Finalmente, la realidad -o el sentido común- se impone en una situación insostenible y perjudicial para todos.

Poco importa la fotografía, la música o la interpretación en una historia que parece ser concebida para mostrar hasta dónde puede llegar el hombre insatisfecho cuando busca en sendas equivocadas. Cordier, director y guionista, se despacha a gusto en escenas eróticas que desembocan en paranoias y vicios sexuales.

La pretendida exposición metafísica de los sentimientos encontrados y “compartidos” de los protagonistas, de sus angustias y de sus miedos se queda muy lejos de su objetivo, al no conseguir transmitir, ni con los habituales silencios, nada más que el vacío de unas mentes y unas vidas perturbadas, pervertidas y nada creíbles. Ni un ápice de trascendencia en esta película que siembra desolación y tristeza.

Firma: Mar Pons