Juan de los Muertos

El segundo largometraje del joven director Alejandro Brugués (Personal Belongings, 2007) es hijo de su pasión por las películas de zombis. Nos trae todas las alusiones posibles de los clásicos del subgénero y una destacada novedad. Por primera vez los zombis se alejan de su cuna, tan concentradamente anglosajona, para invadir Cuba.

Lejos del frío, de la niebla y de la oscuridad, esta comedia de terror a plena luz y en mangas de camisa nos da la medida de hasta qué punto se han arremangado los de Fidel para exportar su cine al mundo. Rodada íntegramente en La Habana, con unas localizaciones extraordinarias, incluye todos los símbolos, guiños y metáforas más sobadas de la Cuba de Castro y eso tiene gracia.

El guión, comedia pura, corta y pega 50 chistes por minuto y nos faltan áreas de descanso para poder digerir tanto gag. Todos ellos rellenos de ese humor local que pivota alrededor de la escasez, del sexo y del instinto de adaptación del cubano. Seguro que el espectador caribeño reirá cada minuto de metraje. Aquí, no tanto. Estrictamente para amantes del género zombi, con ganas de ver sangre, mandíbulas descolgadas y cabezas cortadas.

Firma: Anna Puigarnau