Jupiter’s Moon

El director de la sugerente White god retorna con una propuesta que mezcla el drama de los refugiados con la búsqueda de la trascendencia, en una propuesta marcada por la fantasía.

Adicto al campo cinematográfico de ciencia-ficción, el director Kornél Mundruczó ya firmó anteriormente los títulos White god y Semilla de maldad. Este cineasta procede del campo teatral, un arte en el que sigue desarrollando un nuevo lenguaje y que alterna con la dirección cinematográfica.

Ahora, Jupiter’s Moon, su quinta película y ganadora del pasado Festival de Sitges, aunque trata preferentemente la problemática de los refugiados en Hungría y sus muchas vicisitudes en aras de su supervivencia, también intenta profundizar en la búsqueda de un ser superior.

En realidad, con el personaje de Aryan, en un mundo rodeado de tanta mezquindad y villanía, el guion procura idealizar la existencia de una figura humana, materializada en el cuerpo de un refugiado con poderes físicos sobrenaturales.

Siempre es difícil manejar un ultra poder físico o espiritual controlado por un ser acostumbrado a la solución económica ilegal de los problemas de la vida. Aún lo hace peor el hecho de aprovecharse de la virtud de los demás para el logro de situaciones ilegales dentro del ámbito que nos rodea. Por ello, la aparición de “un ángel”, en este caso, complica las cosas cuando es, como en esta película y en contra de su voluntad, en beneficio de las fuerzas de la incredulidad y el trapicheo.

Menos mal que es ciencia-ficción y sólo los ángeles tienen alas.

Firma: Joaquín Guitart