Kiki, el amor se hace

¡Que porquería de película! Gastarse más dos millones de euros para hacer este bodrio dice mucho de la poca capacidad creativa que puedan llegar a tener algunos guionistas (no se les debería llamar así). En este film se buscaba con tanta gana lo obsceno, irreverente y polémico que se han olvidado de hacer una película de cine. Simplemente eso. Y han logrado hacer un film aburrido de muy mal gusto: hay que tener un estómago de elefante para aguantar en la sala hasta el final.

Paco León ya participó en un fracasado film llamado Embarazados que tenía un presupuesto de 1,8 millones de euros; se le asignó una subvención superior a 250 mil euros y no recaudó ni una tercera parte de lo invertido. ¿Cuánta expectación atraerá este film? ¿Llegará a recaudar el presupuesto inicial? Por supuesto que no. Pero mientras Telecinco esté pagando estos shows tendremos que aguantar cosas así durante mucho tiempo.

Firma: Josemaría Rossy