La ciudad de la alegría

Análisis

Basado en el best-seller de Dominique Lapierre, el joven director británico Roland Joffé (Los gritos del silencio, La Misión) ha realizado un film tan ambicioso como impresionante. Cambiando los nombres a algunos personajes de la novela (el padre Lambert y la Madre Teresa de Calcuta, que no aparecen a petición propia), el guionista Mark Medoff ha concebido un texto que conserva el espíritu del original y cuyo rodaje ha sido llevado a cabo magistralmente por Joffé en los escenarios naturales de Calcuta, en el slum (barrio de chabolas) más miserable de ese Tercer Mundo.

“Yo busco -manifestó el realizador- un punto de vista más auténtico, que parte de la idea de que todos los seres humanos están relacionados entre sí por sus fallos, y que la corrupción no pertenece a ninguna raza en particular. Al exculpar al Tercer Mundo aplicándole un criterio distinto, estamos siendo cómodamente racistas, porque estamos negando una humanidad plena. Y esta película no podía ser así. City of Joy no ve la India como víctima, la ve luchando”.

Por otro lado, la interpretación es correcta, especialmente de los actores y figurantes indios. Asimismo, el film posee secuencias antológicas, como la del tifón, junto a una notable partitura musical del prolífico Ennio Morricone. La finalidad humanitario-espiritual de la película es evidente Y no intenta en ningún momento aguar su mensaje de solidaridad y caridad fraternas en defensa de la dignidad humana. Por tanto, destacan valores que habitualmente no aparecen en las pantallas. No escatima la violencia ni la dureza, pero su puesta en escena es directa, llena de sensibilidad y logra incidir positivamente en la conciencia del espectador, evitando la demagogia y los efectos fáciles.

A la vez, la crítica social es obvia, pero no cae en la dialéctica materialista ni en el paternalismo habitual en este tipo de temas. También procura evitar el maniqueísmo y exalta el espíritu de lucha y el sentido de la amistad y de la familia. En algunas escenas, el relato encoge el corazón, al tiempo que emociona íntimamente y hace reflexionar al público, pues mantiene un discurso intelectual simple pero nada superficial.

De ahí que manifestara su director: “Creo que la gente sencilla entenderá muy bien el mensaje de mi película, y que a las personas con planteamientos sólo políticos le costará más trabajo. La ciudad de la alegría mira a la vida tal como es, con todas sus contradicciones. De modo que puedes ver en ella personas con todo tipo de actitudes ante la supervivencia: algunas son más políticas, opresivas incluso; otras la afrontan con más compasión, con coraje…

En cualquier caso, la película mira todo el panorama. Es optimista, pero no intenta solucionar cuestiones políticas”. En cambio, no profundiza en la fe religiosa que mueve la generosidad de algunos protagonistas (el Gobierno indio pidió a Roland Joffé que hablara sólo de “dioses”, para respetar el politeísmo hindú). Pero La ciudad de la alegría es, en suma, una obra de arte un tanto feísta, que vale la pena visionar.

Firma: Redacción

ficha técnica

Director: -

Guionistas: Mark Medoff

Intérpretes: Om Puri, Patrick Swayze, Pauline Collins

Género: Drama

País: EE.UU.

Fecha estreno: 30/10/1992

Lenguaje: Coloquial

Público

+16 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Narra la labor humanitaria de un joven médico norteamericano en un barrio de chabolas de Calcuta, que decide encontrarse a sí mismo sirviendo a los desheredados de la India, al lado de una misionera británica que ha construido en la capital bengalí la denominada Ciudad de la Alegría.

Título original: City of Joy

País: EE.UU.

Duración: 132'

Fecha producción: 1992

Distribuidora: Warner Bros

Color: Color

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