La comuna

Del director danés Thomas Vinterberg, co-responsable así mismo del guión de este film, recordamos su primer gran film: Celebración (1998). Fue premio Especial del Jurado en Cannes, y en la que también contó con la participación de la actriz Trine Dyrholm, protagonista del título que ahora comentamos. Desde los 18 años, edad en la que debutó en el cine con Springflod en 1990 y con importante experiencia teatral, Trine ha sido nominada en cinco ocasiones con el premio Bodil de la Asociación de Críticos Daneses. Y ahora, con La comuna, ha conseguido el Oso de Plata a la Mejor Actriz 2016 en el Festival Cinematográfico de Berlín.

Sin duda alguna, desde la perspectiva de una obra coral y específica en su composición, Kollektivet intenta aportar una nueva visión del comportamiento humano al reunir en un único y singular “hábitat” distintos pareceres y divergentes expectativas de futuro para cada uno de sus integrantes.
La propuesta, en principio y al menos para los componentes de dicha comuna, parece interesante. Todos y cada uno de ellos colabora en el mantenimiento de los gastos generales y, más o menos de forma interesada, no dejan que sus distintos caracteres afluyan de forma inadecuada para el general beneplácito del conjunto.

“Cherchez la femme”… como dicen en Francia y como sucede a veces en la vida real es el motivo principal para que la plácida vida de “la comuna” se convierta en complicada para los principales artífices de su particular iniciativa.

En efecto, si la creación de tal reagrupamiento surgió de la problemática amorosa del dúo protagonista, resulta que el problema persiste ante la intrusión inesperada de una nueva y joven “comunitaria”. Intrusión que, por cierto, da lugar a escenas de efusión extramatrimonial excesivamente implícitas y explícitas.

En síntesis, resulta que, en la realidad, dicha “comuna” no mantiene diferencia sustancial con el individual comportamiento humano ante asechanzas externas que puedan quebrar su pertinente estabilidad moral.

Sugestivo el planteamiento de esta adaptación de una obra teatral de Thomas Vinterberg y Mogens Rukov, aunque repetida la historia, pese a la nueva situación.

Firma: Joaquín Guitart