La felicidad nunca viene sola

El director James Huth, que ya firmó Serial lover en 1998 y Brice de nice en el 2004, regresa a la gran pantalla con esta nueva comedia escrita en colaboración con su esposa Sonja Shillito. Para ello ha contado con dos prestigiosas figuras que acaparan de forma destacada la máxima atención del público francés: la bella y esplendorosa actriz Sophie Marceau, elegantemente vestida en todo el film y luciendo generosamente palmito en algunas explícitas escenas, y el genial humorista Gad Elmaleh. Difícilmente podía haber encontrado mejores intérpretes para esta divertida comedia.

Sacha y Charlotte son dos personajes completamente distintos, inimaginables como pareja puesto que no tienen en absoluto nada en común. Ella, con tres hijos, exclama con cierta sorna, refiriéndose a su anterior matrimonio: “Éramos una pareja libre, yo era la pareja… y él era el libre”. Ahora, de nuevo el amor llama a su puerta, aunque de entrada no sea con los mejores augurios. Pero todo llegará.

Una cámara muy al estilo norteamericano y un fondo musical muy acertado, con insinuados arpegios del tema central de Casablanca, imprimen a la cinta un ritmo jocoso, vibrante y lleno de vitalidad hasta llegar al esperado “happy end”.

En síntesis, una excelente comedia romántica, complementada, además del dúo protagonista, con tres “encantadores angelitos rubios” y con un título muy significativo donde se demuestra que, en ocasiones… la felicidad nunca viene sola.

Y aquí viene bien acompañada.

Firma: Joaquín Guitart