La piel que habito

La piel que habito pretende ser, en principio, un thriller. El problema es que la película chirría desde los primeros minutos de metraje con varios toques de humor inesperados que rompen el hilo argumental. Esto provoca que el espectador no se meta en la historia del mismo modo, convirtiéndola en una especie de comedia negra que dista del género al que pertenece. En esta ocasión, Almodóvar ha afirmado querer mostrar una historia con pinceladas que recuerdan a grandes directores de la historia del cine como Fritz Lang o Alfred Hitchcock, pero se ha quedado en el camino.

El guión es original, aunque el modo de llevarlo a la gran pantalla hace que pierda fuerza. Si bien es cierto que hay planos brillantes que aportan información relevante, hay muchos otros innecesarios que hacen que el producto final pierda calidad. Escenas de sexo enfermizo con primeros planos son, sobre todo, el ingrediente que agria La piel que habito.

En el film se ve un Antonio Banderas sin su acento andaluz característico, hecho que desconcierta, aunque se mete correctamente en el papel de cirujano. El personaje que mínimamente destaca por su interpretación es Elena Anaya, que consigue, en algunas escenas, dar el toque de thriller que Almodóvar pierde con los demás personajes. La aparición de Roberto Álamo disfrazado de tigre, totalmente fuera de lugar, marca una elipsis en la historia que desencadena la trama final.

Cabe decir que la banda sonora de Alberto Iglesias es todo un acierto. Aporta un valor añadido a una historia que hace aguas por sus toques de humor metidos con calzador en un género en el que no tienen cabida.

Firma: Laura Llauradó

Extras DVD:

• Idiomas: Español
• Subtítulos: Español para sordos
• Audiodescripción para personas con discapacidad visual
• Ficha artística
• Ficha técnica
• Biofilmografía del director