La promesa

Patrice Leconte, el actor, director y guionista parisino, firma esta nueva cinta que llega con cierto retraso a nuestras pantallas, después de una larga biografía en la que sobresalen más de treinta títulos como director.

Partiendo de su evidente base literaria en Stefan Zweig, la película nos retrotrae sin duda alguna al más clásico estilo de cine de otro siglo, en el que el amor sublime, así como los celos y las contrariedades derivadas de actitudes y situaciones insatisfechas justifican un relato novelesco más propio de un telefilme que de una cinta para la gran pantalla.

Pese a ello hay que convenir que el film está estructurado con evidente oficio, así como con una correcta y ajustada interpretación, aunque en ocasiones (será por la época que representa la acción), alguna situación “chirríe” en demasía. Frases como: ¿Qué perfume lleva Ud. madame? Respuesta: L’heure bleu, de Guerlain… pero, joven, esto no se le pregunta jamás a una señora, dan una idea de una época y unos comportamientos ajenos a nuestras generaciones actuales.

En resumen, La promesa se ve con interés plano a plano, ya que no desvela, aunque retrase convenientemente, el happy end definitivo. El beso final, como en las películas de antaño, cierra la imagen que precede a los créditos.

Eso sí, como antes… como antes de la guerra.

Firma: Joaquín Guitart