La segunda mujer

Umut Dag se estrena como director de largometraje precisamente con una historia ligada a sus tradiciones, pues es también hijo de una familia kurda afincada en Viena. Dag aborda el particular choque de culturas y generaciones que ofrece la inmigración, lo que supone un caldo de cultivo de conflictos bastante aprovechado por el cine y la literatura.

Desde la poligamia por compasión (así podría entenderse su punto de partida) y con el agravante de la simulación, Umut Dag y Petra Ladinigg dan rienda suelta a un conjunto de problemas sin intención de repartir culpas ni meter el dedo en la llaga.

Este paseo de puntillas por la clave de las cuestiones permite conducir menos al espectador (cosa que se agradece) y dejarle que se adentre con más libertad en las cuestiones. No obstante, su trayecto acaba decepcionando, pues de la sutilidad inicial (que provoca ciertos equívocos argumentales importantes) pasa a una parte final cargada de lamentos exagerados y exhibicionismos, que reducen a anécdota y a subtexto algo postizo algunos de sus planteamientos sobre la poligamia, la homosexualidad o la dignidad de la mujer en la sociedad musulmana.

Firma: Lourdes Domingo