Le llamaban Jeeg Robot

El actor y director de cortos Gabriele Mainetti juega de Tarantino a la italiana. Su ópera prima en la gran pantalla resulta hábilmente incómoda y a su vez atractiva.

Le llamaban Jeeg Robot construye, a través de un hecho fantástico, una historia muy actual. Empezando con una frenética persecución, la película se va alejando de ese estereotipo y empieza a tocar muchas otras expresiones: drama, comedia, acción, romance… Todo cabe en esta locura de film.

Esta producción nos trae una visión crítica de una Italia corrompida, a la que hace yacer sobre un pastiche de realidad actual y ficción tradicional. Incluso le da tiempo para mencionar al Gran Hermano, la camorra, el equipo del Roma, el miedo al ISIS y una historia de amor cogida con pinzas. Y es en esa línea cuando el guión se deja llevar por el uso de elementos adicionales que hacen de una historia de superhéroes llena de clichés una orquesta gamberra.

El cóctel se encalla en algún momento, pero se vuelve a poner en marcha en la tercera parte gracias a un giro en el que también influye la sobreactuada Ilenia Pastorelli, que incomoda tanto como Luca Marinelli. Todos estos son elementos clave para este escenario pintoresco que, con salpicaduras de sangre y humor, se aleja de los focos americanos para crear un “superhéroe europeo”. Y es que el protagonista Claudio Santamaria necesita de este empuje para luchar contra su propio yo y encontrar su identidad.

Firma: Carla Sciamma