Lilting

Lilting, cuyo significado es cadencia, movimiento cadencioso, es el debut cinematográfico de Hong Khaou.

El director asiático pisa fuerte y con convicción en esta ópera prima donde se nos plantean interesantes temas como el amor perdido, los celos y la identidad sexual.

La película, dirigida con gran sensibilidad cinematográfica, dispone todo a su favor. Extremadamente delicada con los detalles, la cámara es capaz de crear momentos sumamente íntimos, pausando la acción, recreándose en los numerosos silencios, recorriendo una cuidada ambientación. El buen trabajo tiene sus frutos, el equipo ha ganado el premio a mejor fotografía en Sundance. No obstante, el film puede resultar exageradamente lento, aunque ayuda un acertado toque humorístico que hace respirar la trama. El guión, producto del mismo director, también es digno de mención, destacando el papel de la traductora que une los dos mundos presentes. Aborda con sencillez el choque de generaciones y culturas, unido a través de una reflexión sobre el amor.

En Lilting tienen vital importancia los diálogos y las interpretaciones. Los primeros son brillantes, y apuestan por la simplicidad y la empatía. En ocasiones, los personajes hablan entre ellos en diferentes idiomas, con lo que resulta algo más parecido a un monólogo, pero a través de la complicidad, llega a convertirse en un diálogo. El trabajo de los actores no se quedan atrás. Sorprenden Ben Whisahaw (El perfume) y la desconocida Pei-Pei Cheng, que llevan todo el peso y consiguen que nos creamos esta arriesgada apuesta cinematográfica y que no resulte ridícula.

Para aquellos amantes del cine asiático que estén acostumbrados a su sosegado ritmo.

Firma: Javier de la Llave