Qué es un ramo de flores si no una extensión de lenguaje no articulado. Expresan, sin más, algo que se calla porque no se puede o no se sabe decir, la imagen más económica del amor y del dolor.
Muda y elocuente, así es Loreak, el segundo film del tandem Garaño-Goenaga rodado íntegramente en euskera, construido sobre un símbolo al que se enhebra un hilo inquietante que nos lleva de la ilusión al desengaño y del duelo a la rabia. Un thriller pausado, lluvioso, de cadencia escandinava, con muy pocas palabras.
Bastan esas flores para crear un suspense que se mantiene durante toda la película, recorriendo lentamente las tristes vidas de los protagonistas sin salir del gris plomizo de sus existencias.
A destacar el gran papel de Itziar Aizpuru encarnando a Lurdes y un trabajo de montaje impecable que agiliza las carencias de un guión algo plano. Una buena producción sobre la soledad y la incomunicación, a la que le falta el punto de luz, de esperanza, ese toque que mejora el acabado de un guión y lo transforma en un clásico, en un Kieslowski.
Firma: Anna Puigarnau
Director: Jon Garaño, José Mari Goenaga
Guionistas: Aitor Arregui, Jon Garaño, José Mari Goenaga
Intérpretes: Itziar Aizpuru, Itziar Ituño, Josean Bengoetxea, Nagore Aranburu
Género: Drama
País: España
Fecha estreno: 31/10/2014
Lenguaje: Coloquial
Ane, una mujer deprimida y desorientada, recibe cada jueves un ramo de flores anónimo que le devuelve la ilusión. Un día no llegan y Ane se emplea a fondo para saber quién y por qué ha dejado de hacer esos envíos. En sus pesquisas, conocerá a Tere y a Lurdes, dos mujeres con las que sólo comparte la soledad y las flores.
Título original: Loreak
País: España
Duración: 99'
Fecha producción: 2014
Distribuidora: A contracorriente films
Color: Color